La pérdida de cabello y COVID
La pérdida de cabello no es un síntoma directo del COVID-19. Sin embargo, algunas personas han reportado una mayor caída del cabello después de haberse recuperado de la enfermedad. Esto puede ser debido a varios factores relacionados con el estrés físico y emocional que el cuerpo experimenta durante la infección por COVID-19.
El estrés físico causado por la enfermedad y el sistema inmunológico debilitado pueden contribuir a la pérdida temporal del cabello. Además, el estrés emocional y la ansiedad asociados con la enfermedad y sus efectos en la vida diaria también pueden desencadenar la caída del cabello. El estrés puede afectar el ciclo de crecimiento del cabello, llevándolo a una fase de reposo prematura conocida como efluvio telógeno.
Es importante tener en cuenta que la pérdida de cabello relacionada con el COVID-19 generalmente es temporal y reversible. El cabello suele volver a crecer una vez que el cuerpo se recupera y el estrés se reduce. Si estás experimentando una caída del cabello significativa o tienes preocupaciones al respecto, es recomendable que consultes a un médico o dermatólogo para una evaluación y orientación adecuada.
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